Camilo Egas
Andén 14
Andén 14
Despertó en una lóbrega claridad que se eclipsaba.
La tarde se tornó azul dentro de su propia miseria.
Pudo ser la ensordecedora voz de la culpa que le detuvo.
Mientras miles de inodoros caían en su cabeza que palpitaba
La lluvia incesante atropellaba su desnudez y
al arrastrar sus extremidades por el lodazal supo que había acabado.
Sospecho que los cielos lo enviaron a aplacar la incertidumbre
desmembrando su conciencia fingida y así,
surgió el deseo más inusitado de perforar lo que hallaba a su paso.
AUTORIA:
Astarté
Imperator
Supay
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