Caras largas y amargas haciendo la interminable fila del Banco Pichincha, todos deseando irse cuanto antes.
Se respira estrés y tensión en el lugar.
risas, felicidad y emoción.
Soy parte de la fila y disfruto cada momento de las ocurrencias de los wambras, quiero echarme al juego, pero ya llega mi turno. ¡ Maldición !.Me veía junto a ellos jugando, y después, cansado, tomándome un bolo que me haya comprado con mis añorados Sucres.
¡Lindos recuerdos!.
1 comentario:
Y una sola palabra, es capaz de atravesar momentos lejanos e inmensamente felices....
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