miércoles, 14 de abril de 2010

Pulmoquio

Por debajo del agua empezó a respirar, sus pulmones resistieron.

Falto de aire en medio de la humareda, sus pulmones aguantaron.

En el frío páramo escaso de oxígeno, sus pulmones no se quebrantaron.

En el calor asfixiante, sus pulmones no se quejaron.

Por el enfisema pulmonar, esos pulmones se derritieron.


1 comentario:

Patmos dijo...

buenazooo, está medio poético, éste si rompió con todo... buenazooooo, directo y corto, genial... está bueno, disculparás, me voy a choriar...