sábado, 31 de marzo de 2012

Performante


Un suceso semimaginario carente de mediación racional,
lo único que le rige es un vago intento de soliloquo
que no despierta mayores emociones en el público,
ni siquiera en él.
Balbucea con intermitentes pausas,
dubita...
sus ideas van, vuelven y
emanan gemidos de continuo rastreo... 


Proceso forzoso, desmadejado por el improvisto,
disuelve linealidad ante el simulado encuentro
adquiriendo desvario.





Se aleja, intenta volver por medio del recobro,
el revivir del ánimo que sólo encontraría
con la aceptación, el aplauso... 



De una vez por todas resurge a la contrariedad, 
se decide, grita, corre, levanta los brazos y agita los puños.
está ahí, en ese destiempo,
existiendo para coexistir.


Relajante silencio,
cerraduras ocluídas,
butacas ausentes,
luces extintas,
vacío envolviendo al ejecutante de divagaciones
 y, el despertar tras la inyección de morfina...


FIN.. 
del primer acto.

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