martes, 31 de agosto de 2010

Noveno Intento

Gruesas manchas de pintura blanca que alguien se tomó la molestia de graficar para unir dos veredas con un firme y necesario propósito. Se desconoce en donde fue que se originó esta convención animalezca.

¡Para eso está el Internet!  

Pues bien, se las encuentra en las ciudades y en teoría otorgan al peatón el derecho a cruzar por las calles hastiadas del paso de motores de combustión interna y llantas de caucho, es decir compartir las vías públicas entre conductores y peatones. Claro, todo ello comprende la existencia de este cruce a más de que es una zona de preferencia para aquel que no transita en automóvil y lo está recorriendo.

Y he ahí el nombre peculiar:   "Paso Cebra"





 Fuente img:


Un mínimo porcentaje de los conductores que diariamente transitan por la ciudad  (aquí por lo menos), respetan esta señal de cruce, y lo que es peor, cuando uno como peatón reclama ese derecho, pues recibe insultos o malas caras de aquellos que por tener auto se sienten la gran cosa y además subestiman a los que andamos "a pie".

Y si éste es el caso, pronto tendremos que inventar e implementar  el Paso Jirafa, o el Paso Elefante, para ver si así los conductores logran verlos e intentan frenar o no acelerar, y de una vez por
todas respetan al peatón que pretende cruzarlos.

2 comentarios:

Jimmy dijo...

Jajaja a veces los peatones somos mas insivilizados con los pasos cebra

Marisa dijo...

Rayas blancas que se esconden tras indiferentes pies de cuero o caucho..
Ignoradas por la mayoría, pululan mientras se abren paso entre el ajetreo diario