martes, 26 de julio de 2011

Ñucanchik yaku, un sorbo...

Multiformes hendiduras llenas de fluído
                                                          siguiendo el inherente rumbo de su relieve accidentado.


Cada partícula se revolotea y admite el orden de alrededor, lo adorna con su brillantez y establece relaciones de cohesión con sus semejantes.


Espejo natural de las aves el que forma su textura en aquel contenedor natural o artificial, y se deja perturbar por los mamíferos y reptiles que sacian sus ansias con dichas texturas humedecedoras.


Fluctuando en el espacio se admira su perfección líquida y su frescura perpetua...






¡¡Ohh, demonios, malditas descripciones, que sed que me dió... .... abro la llave y el chorro de deliciosa y fría agua de hace algún tiempo mutó a la forma del más simple sorbo de gotas deshidratadas y desfallecientes que ni siquiera se atreven a dejar el grifo que las sostiene...!!


por poco olvido, que casi no queda agua limpia,
que por implacables depredadores que somos
eso debía esperarse.


¡¡ Uff.... ........por poco lo olvido !!

2 comentarios:

Iria Vigée Lebrun dijo...

A veces la necesidad opaca la memoria, lo natural del depredador .. comsumir para sobrevivir..

si provoca beber ese liquido vital con esas descripciones ;)

Centro Cultural Extension Filosofia UCE dijo...

Buen sitio, tienes talento amigo, gracias por las observaciones, como te dije demanda de tiempo y de revisar esas cosas, a pesar que revise varias veces se me ha escapado, gracias por los comentarios.