lunes, 8 de diciembre de 2014

Inactivo


Reiterados suspiros en señal de sosiego,

“El tiempo lo cura todo”, dice la tradición cultural. 

Un analgésico de dos mil catorce años saborea la humanidad
 


Y seguirá esperando...

martes, 30 de septiembre de 2014

Entrelazar


El vistoso juego de la luz y los cuerpos encierra siempre un agradable misterio. Nos observa, nos relata detalles, es una gama de posibilidades que exhorta a encontrarse con aquello que nos sonríe sutil y silenciosamente desde escenarios poco apreciados, aquellos que no son hallados por observadores para una interacción que a ambos permitiría compartir un universo común, que a ambos permitiría el ser junto al otro.

Están ahí  pero no, a veces esto resulta confuso y concebirlo requiere de relativo esfuerzo. Es contradicción permanente que deja a ese concepto de certeza totalmente inutilizable

¿Entonces, qué es en verdad lo visible?

Definitivamente lo que nos asombra y atrapa en su apasionante esencia que lejos de necesitar explicación, pasa a coexistir con lo que sentimos y a la vez somos. Hilvanando todo ese conjunto de percepciones el ánimo empieza a asociar las experiencias y las vuelve significativas, imborrables, únicas, al punto de formar un complejo tejido en el que la artífice empalma cada segmento con suma firmeza.





El inconveniente de lo breve se hace presente, los lugares se desvanecen y sólo existen para las sensibles memorias que intuitiva y celosamente supieron registrarles en algún aposento virtual. Pese a la cohesión precisa pero no por ello menos delicada, tal entramado que describe vida puede desvanecerse debido a ciertas indeseables perturbaciones, deshaciendo una labor de mucha finura y elegancia que paulatinamente se ausenta del horizonte de lo significativo.

Luego se desprende de la memoria y así permite apreciar su esencial fragilidad y es que sin el ímpetu de sujeción todo resulta en una telaraña vaciada en la que la protagonista se ha visto reducida al plano de lo ignorable, tal y como las sensaciones que siendo vitales pierden valor y se diluyen, porque su motor fundamental se ha desvanecido entre lo intrascendente.

Porque lo vivo es un encadenamiento precioso que no podemos desequilibrar, es necesario predisponer a todos nuestros sentidos para retomar esa arañable fascinación por la vida y volver a conocerla como lo perfecta que en verdad es y no como una carga en que muchas veces nuestra especie la supo convertir.

miércoles, 9 de julio de 2014

Diacronía del Yo


Transiciones se viven a diario.


La mirada repasa la imagen, ornamento del muro y memoria fresca, a la par la mente evoca facetas fundamentales e inolvidables en un corto segmento de vida de algo más de dos décadas. Es una parada de sentir profundo y pensar complementario, varios segundos se suceden y un imperativo emerge...


¡¡ Mírate !!



Se revisan muchísimas respuestas ante lo vivido, a la larga muy pocas para las venideras y sin embargo emocionan el ánimo porque de eso se trata el existir, de ir sumando y continuar por donde se desea marcar el trayecto. Van apareciendo las sensaciones y es un verdadero recuento en que la felicidad ha sido  recurrente.


Esto es lo que eres... y ... en esto te estás convirtiendo...


Una a una las fibras emocionales se sacuden con el instante maravilloso que se presenta en el devenir personal, y emerge aquella inicitaiva de interiorizar la reacción, aprehenderla y sentirla en su máxima expresión. De pronto todo aquello que se ha percibido adquiere un significado renovado porque vivir es mucho más intenso, mucho más real desde que la magia se volvió ser.


Y en este narrador ahora hay un decidido anhelo que sólo supo despertar con tu milagrosa presencia, con tu carácter atractivo y cariñoso, con tu afecto tan noble y con este entregar mutuo que hace que el compartir juntos sea tan mágico e inenarrable.




Porque saberse amado por dos corazones tan maravillosos y palpitantes es un revivir, porque eres TÚ la que ha labrado mi día a día de vibrantes y grandiosas sonrisas, porque eres TÚ por quien mi ser suspira enamorado. 

Y por todo esto le agradezco infinitamente a la vida...


KINTI WARMIKU KANTAMI KUYANI

jueves, 20 de marzo de 2014

Indefensión



Desde que me dieron derechos me siguen agrediendo con sutileza, con palabras bonitas, atentas y prometedoras. Cada vez que me nombran sólo es para justificar esa atractiva formalidad que por fin me hace visible ante los ojos vendados del ser humano. Exploran todos mis ecosistemas para encontrar aquello que tanto desean, que tanto satisface su curiosidad y ansia de conocimiento, aquello que podrá garantizar la supervivencia de la especie a futuro. Siguen pugnando por adueñarse de todo como si la vida estuviera a su entero servicio, como si no existieran otros seres sensibles, como si sólo ellos habitaran bajo mi amparo.


Mientras continúan descubriéndome para llenar sus registros y catálogos con muestras vivas de mi diversidad, alimentan su sabiduría y su poder sin ningún escrúpulo dejando en claro que el  antropocentrismo es en realidad la medida de todas las cosas. Dicen respetarme, pero no por el hecho de estar viva sino porque las especies son recursos estratégicos, son riquezas valoradas de acuerdo al uso humano, son cifras, son materia prima, son información valiosa para el mundo científico, empresarial, farmacéutico, sólo en ese instante vale la pena conservarme.


En la actualidad,  el “desarrollo” investigativo ha dado una pauta para el aparecimiento de un nuevo paradigma que gana terreno en varias esferas de la actividad humana, de modo que han surgido criterios y términos como los siguientes:


Bioconocimiento 
Biomateriales
Bioprospección 
Bioinformática
Biotecnología
Biopiratería
  
 
Y por ello no me extraña en lo absoluto que todas las especies sean registradas e inventariadas en el laboratorio humano donde todo se convierte en mercancía y en donde la moda del Bios subyugará por entero a la vida misma, es decir esclavizándome a mí que pòr millones de años había sido íntegramente libre.


Atentamente

LA NATURALEZA