lunes, 30 de septiembre de 2013

Superposición


Una fibra puede ser doblada cientos o miles de veces de acuerdo al patrón ordenador de los dedos que la maniobren. Una vez logrado el sinsentido con aquel retazo de materia, la mente hará un verdadero esfuerzo por considerarlo valioso o significativo para no sentir que aquel lapso de tiempo fue un desperdicio o una excusa para rehuir el deber o el tener que...

El cuerpo moldeado se transforma en un reflejo fiel de las conexiones mentales que generan el deseo, por lo que la misión semiótica irá ligada al artificio creativo que por lo general complejifica de algún modo la existencia de la especie y si adquiriera utilidad histórica, se convertiría en una necesidad nueva capaz de trasnornarlo todo a nombre del progreso y la trascendencia. 

Luego está la interacción, esa perfecta y universal forma de evidenciar que dos entidades o energías existen, es decir coexisten en un instante o la sucesión de los mismos para ser lo que son, la una junta a la otra, algo que también forma parte del imaginario semiótico. Por ello a nivel de microorganismos y macroorganismos todos los seres merecen su existencia porque son el resultado de milenarios procesos de formación y transformación.





Este tipo de entendimientos removieron el criterio de un individuo y una circunstancia aparentemente desconocida, provocó una reacción inédita en él. Supo interiorizar muchísmo hasta dar con una explicación muy razonable y que debía compartirse a los cuatro vientos. Al efectuar minuciosos mecanismos emotivos y racionales supo concluir que la tercera dimensión es una compleja e infinita superposición de las primeras dos, una sobre otra, La hipótesis fue expuesta y todos los sabios e intelectuales de ese entonces la negaron por ilusoria.

Tal vez en medio siglo o más lleguen a reconsiderarlo y se den cuenta de lo que en verdad significaba....


NOTA: 

En estos momentos me es imposible terminar el texto dado al dolor y la indignación de vivir en una sociedad colonial que decidió el destino de pueblos indígenas. Da mucha vergüenza ser ciudadano y ver cómo hasta ahora, en estos tiempos de supuesto esplendor, muchos (sobre todo los que están en el poder) no comprenden el principio básico de la vida:

EL RESPETO A LA ALTERIDAD.


¡¡ Cómo dan ganas de sacarse la "ciudad" de la cabeza !! 
¡¡ De sacarse ese algo de la cabeza... !!
Y Ser Verdaderos Otros.